La madrugada del 20 de noviembre, miércoles, nos dimos cita enfrente del Colegio García Siñeriz de Miajadas, un total de cuarenta y ocho alumnos/as de 1º de la ESO, dos profesores y una monitora.
Aún bostezaba la ciudad cuando partimos desde este céntrico pueblo extremeño, amante de la cultura y del saber. Nos dirigíamos hacia el corazón de Andalucía, Córdoba, tierra llena del mágico encanto del paso de innumerables culturas, que hacen de esta ciudad uno de los legados monumentales más importantes del mundo, escogida por ello, como primera ciudad con cuatro declaraciones de Patrimonio de la Humanidad, por su Mezquita-Catedral, su centro histórico, sus patios y Medina Azahara.
Tuvimos un agradable viaje de ida, durante el que hicimos una parada en un restaurante de carretera para desayunar y así cargar las pilas.
A nuestra llegada a Córdoba nos esperaba el Puente Romano donde se erige la Torre de la Calahorra, desde donde podíamos divisar ya la Mezquita- Catedral.
Aunque se preveían intensas lluvias, el día fue benévolo con nosotros y pudimos seguir nuestro programa sin ningún problema, las peticiones no cayeron en saco roto y el custodio de la ciudad, San Rafael, nos protegió dejándonos disfrutar de la misma.
El Guadalquivir nos abrió paso hasta la puerta del Puente que nos situó justo delante de la majestuosa Mezquita-Catedral.
Durante todo el camino nuestro profesor Sergio Gutiérrez Poyato, hizo de excelente guía, explicándonos en todo momento cuanto podían apreciar nuestros ojos, consiguiendo que la visita a la Mezquita fuese un recorrido histórico inolvidable con todo lujo de detalles.
Los chicos y chicas disfrutaron de esta visita tras la que tuvieron la oportunidad de un tiempo libre para pasear, almorzar y hacer sus compras.
Después del almuerzo realizamos una visita al Alcázar de los Reyes Cristianos. Subimos a las torres de este palacio-fortaleza desde donde podíamos divisar gran parte de la ciudad y a sus pies los magníficos jardines y albercas.
No faltaron lluvias de fotos de los chicos/as en todo momento, solos, en grupo, que guardarán y colapsarán sus móviles, pues cada paso era un descubrimiento y un querer llevárselo de recuerdo.
Para finalizar y resguardarnos un poco del frío y de la lluvia que se avecinaba, antes de partir cogimos el autobús dirección al centro comercial, donde pudimos distendernos, merendar y hacer compras. Tras lo cual iniciamos el viaje de retorno con una parada rápida en un hotel de carretera.
El viaje de vuelta fue un poco movido porque algunos chicos parecían haberse tragado un megáfono y fue imposible descansar. Pero nos quedamos con muy buen sabor de boca, dado que fue un viaje lleno de simpáticos momentos compartidos, de hermosos paisajes culturales y naturales, y de buena energía.
Desde ahora en el centro de Extremadura siempre habrá un cachito del corazón de Andalucía. Mi agradecimiento a todos/as cuantos lo hicieron posible.
María Milagros Villegs Palma.